Wednesday, January 23, 2008

Ethika fon ethica

Ninguna innovación tecnológica es en sí misma buena o mala. Depende de su uso y del conflicto de intereses entre aquellos que pugnan por apropiársela. Tiempo atrás un sujeto cortó y pegó en su blog decenas de links de discos de krautrock. (Parece ser una práctica corriente por estos lares, acabo de ver otro sitio que levanta 147 direcciones para bajar álbumes del género) En minutos, los comments se llenaron de bloggers iracundos que le reprochaban su falta de ética y su imprudencia. Relacionaban la cuestión ética con el hecho de apropiarse del trabajo ajeno. No era él, rezaba el argumento, quien se había tomado la molestia de subir todos esos discos. Al pegarlos en su blog no sólo usufructuaba el esfuerzo de otros, también lo descontextualizaba y lo volvía anónimo.
Esta línea de razonamiento merece nuestra simpatía pero no deja de tener problemas. El principal consiste en que apela a un criterio –si no de propiedad, al menos de posesión- que es exactamente el mismo al que los blogs para bajar música intentan contraponerse. Subir un disco para que todos puedan compartirlo no es un mero gesto simbólico. Supone una democratización radical en lo que hace al acceso a la música. Puede que la propiedad del objeto físico permanezca a título individual pero su posesión no es ya patrimonio de un único afortunado. No soy muy ducho en cuestiones legales pero entiendo que lo que se colectiviza es algo así como el derecho de usufructo. Todos podemos disfrutar ahora de discotecas que, gracias a la tecnología y a los buenos oficios de sus propietarios, pierden su carácter privado. Lo anterior se sostiene siempre y cuando asumamos que la diferencia de almacenamiento sonoro (de CD a MP3) es asunto de grado y no de esencia. Discutir el tema motivaría otro extenso post, así que prefiero dejarlo pasar por el momento.
Pongámonos por un instante en abogado del diablo: medido en términos de difusión y circulación democráticas, nuestro infortunado amigo no hizo más que seguir la lógica que, en primera instancia, originó este nuevo tipo de blogs. Si el trabajo todavía da derechos, definitivamente no parecen ser de la clase que imaginaba Marx siguiendo a los economistas políticos clásicos.
Creo que tardaremos un buen rato en acostumbrarnos a esta nueva forma de intercambio inmaterial. Muchos bloggers aún se quejan cuando alguien sube un disco que ellos habían posteado antes. ¿Pero cómo podemos reivindicar algo semejante al derecho de autor en un ámbito que lo desprecia por completo?
Hay aquí una cuestión de acentos. Quienes piensan de ese modo detentan la idiosincrasia del collector, orgulloso de sus posesiones y desconfiado de las facilidades inéditas del sharing. Como si esperaran algún tipo de recompensa -aunque sea simbólica- por sus esfuerzos. De allí la condena al gesto de reproducir supuestos links “ajenos” sin el debido reconocimiento. Claro que tratar un link como se tratan las fuentes en un texto académico suena un poco absurdo. En esa comunidad ideal que la mayoría de los bloggers tienden a celebrar, debería ser suficiente recompensa el hecho de que otros aprovechen como les plazca sus servicios. Aunque a todos nos guste que cada tanto nos den las gracias por nuestro trabajo.
Quizás no tendríamos que apresurarnos a sacar conclusiones optimistas en exceso. Tal vez la posibilidad de obtener música gratuita constituya una revolución con mayúsculas pero nuestros hábitos distan bastante aún de haberse liberado de la camisa de fuerza del capitalismo. Que conservemos cientos de archivos en nuestro disco rígido que probablemente nunca escucharemos invita a ese consumismo a ultranza que delata nuestra proveniencia. Todos somos hijos de esa sociedad repetitiva que, en palabras de Jacques Attali, “produce el exterminio del uso por el cambio”. Todavía se trata de tener (no importa qué) como seña de distinción en un mundo de homogeneidad cultural e identidades prefabricadas.
Distinto es el caso de la segunda acusación -en un registro semántico que va de la imprudencia a la estupidez lisa y llana-. Se trata de la venerable polémica acerca de si este tipo de blogs decretará por fin la anunciada muerte del disco y de toda la economía que se generó a su alrededor. Como tal, la trataremos en nuestro próximo posteo.

Thursday, January 10, 2008

Wooden Shjips: los últimos herederos de la tradición psicodélica


El 2007 ha sido un pésimo año para la música, al menos en sus facciones más creativas. Es demasiado poco lo rescatable como para ser optimistas con lo que vendrá en un futuro cercano. Al parecer, los días finales de la música están cerca y cada vez son más fuertes los síntomas que dan fe de su avanzada enfermedad.
Una de las pocas excepciones de este último período son los Wooden Shjips, banda oriunda de San Francisco. Con algunos singles circulando, mas un excelente álbum que anda por ahí dando vueltas, reinventan la psicodelia jugando con una serie de elementos minimalistas que les han dado, por ahora, satisfactorios resultados sonoros.

¿Cuándo y de qué manera se iniciaron Los Wooden Shjips?
Erik Ripley Johnson: La primera encarnación de los Shjips ocurrió allá por el 2002 o 2003. La idea original fue integrar a un grupo de no-músicos quienes, sin embargo, estaban muy interesados en hacer música en forma primitiva, improvisada y cercana al rock psicodélico. Parte de esta inspiración fueron grupos como Amon Düül, The Electronic Hole, Hapshash and the Couloured Coat, Träd Gräs och Stenar, y el primer Velvet Underground.
De esta primera formación no quedaron registros ni tampoco hubo apariciones públicas por un buen período de tiempo. Cuando supe que mis amigos Omar y Dusty estaban tratando de armar un proyecto musical, los recluté para esta segunda etapa del grupo. Nash fue parte de la primera formación tocando guitarras pero yo le pregunté si se podía hacer cargo del órgano, instrumento que el no había tocado jamás.

¿Habían tocado en otras bandas, antes de formar Wooden Shjips?
Con la excepción de Nash, nosotros estábamos tocando en varias bandas, pero nada que traspasara el área de San Francisco.

Cuando escuche su música por primera vez, quedé muy impresionado por toda esa cosa minimalista y repetitiva que tienen sus canciones. ¿Podrías hablarme algo de tus principales influencias y del “concepto” que hay detrás de la música que están creando?
Todos los grupos que mencioné anteriormente son parte del concepto original. Pero nosotros tratamos de focalizarnos sobre los elementos primitivos: repetición, improvisación y ritmos simples. Estamos sumergidos en los elementos repetitivos y en la música minimalista que provocan el estado de trance, pero enmarcados en una estructura de rock and roll.
Nos gustan mucho las larguísimas versiones de canciones de la Velvet Underground que aparecen en bootlegs o la versión en estudio de “Sister Ray”. Lo mismo ocurre con los piratas de Les Rallizés Denudes (gran banda psicodélica japonesa). También, obviamente, todas las bandas de Krautrock de los 70’s han sido una influencia, aunque ellas siempre tendieron a tener una producción algo mas limpia. A mí me gusta escuchar un poquito de zumbido y feedback.
Yo soy un gran admirador de Terry Riley, Angus MacLise, Tony Conrad, LaMonte Young y los primeros trabajos de John Cale. A todos ellos los escucho un poquito. Y finalmente, otra gran, importante fuente de influencias sería todo el early rock and roll. Cosas como ? and the Mysterians, Link Wray, The Sonics, Little Richard... Una de nuestras metas es devolver el baile al rock and roll.

¿Tienen alguna metodología en especial durante el proceso compositivo? ¿Cómo funciona todo eso en Wooden Shjips?
En realidad no tenemos ningún tipo de metodología especial. Con ese marco conceptual que manejamos, tratamos de utilizarlo y trabajar con ellos, lo que se reduce básicamente a un listado de preferencias. Usualmente comenzamos a partir de algún riff y la verdad es que no nos preocupamos mucho por cual coro, cambio, puente, intro o fin de la canción. La verdad es que intentamos evitar todo eso.

Tu actual álbum apareció por Holy Mountain. Sin embargo, tienen editado un 7” pulgadas en Subpop. ¿Van a continuar trabajando con ellos en futuros proyectos?
Hicimos ese single con ellos y todo fue fantástico. Por ahora, el único plan que tenemos es realizar un nuevo álbum junto a Holy Mountain.

En el video de “Dance California” aparecen un montón de imágenes de los años 60’s, con gente bailando... ¿Este video es una especie de homenaje a las raíces psicodélicas que tiene la ciudad?
El video es un homenaje a la ciudad en general, y específicamente a su especial atmósfera cultural y creativa, que ha existido a través del tiempo. El single fue realizado para conmemorar el centenario del terremoto de 1906 que arrasó con la ciudad y en el fondo el video es una extensión de todo eso.

Y como esta la actual escena. ¿Hay mas bandas psicodélicas en la ciudad o ustedes son solamente un fenómeno aislado?
La verdad es que no somos parte de ninguna escena, pero acá en el Bay Area hay un montón de bandas interesantes. La cosa grandiosa que tiene San Francisco es la variedad. No tiene sentido que alguien suene como los demás. Aquí hay una consistente y tolerante audiencia abierta a diferentes sonidos. Tu acá puedes crecer siendo tú mismo.

Un gran porcentaje de la ultima generación de bandas psicodélicas está más orientada ala improvisación mezclada con folk y elementos ortodoxos del rock and roll (con la excepción de bandas como Sunn 0))) y Om, entre otras) . Para mí fue sorprendente y refrescante escuchar a una banda como ustedes, con un sonido original y estructurado al mismo tiempo. Cuando tocan en vivo, ¿la improvisación es una herramienta común en sus presentaciones?
Bueno, como te decía, uno de nuestras metas es ser también una banda bailable. Allí hay un montón de groove basado principalmente en lo que tocamos. Tratamos de que sea así. Esta no es música cerebral. La mayoría de las bandas de psych/noise/prog/improv no hacen música para bailar. Ellos ocupan elementos de rock, pero el “roll”... Creo que eso marca una diferencia entre nosotros y el resto.

San Francisco tiene una larga tradición psicodélica. Ustedes están influidos por algunas de las bandas que tuvo la ciudad en el pasado? ¿Por qué creen que su ciudad ha sido siempre vinculada con la psicodelia? Es por todos conocida la historia de la psicodelia en San Francisco... Pero por que esta vibración sigue aún presente?

Hay un montón de nostalgia por los 60s acá en Estados Unidos. Pero esa forma de ser que apareció en aquella época sigue aquí presente. San Francisco es la ciudad mas progresista del país y esto influye a la música y a los músicos, no en una cosa nostálgica de revivir el Summer of Love.
Tu acá puedes ser todo lo freak que necesitas ser y eso hace que este sea un lugar muy confortable para vivir, especialmente si tu deseas mirar al mundo de una manera diferente a la cultura mainstream. Sin ir más lejos, y remitiéndome a lo estrictamente musical, Blue Cheer, Moby Grape, Skip Spence, el primer (Grateful) Dead, Frumious Bandersnatch, y Quicksilver Messenger Service salieron de acá en los 60’s. Y Neil Young, quien ha vivido en el area desde los 70’s. El es como el padre del rock and roll local.
Generalizando, es difícil medir toda la influencia de la escena ácida: las artes, las cosas que han sucedido acá, la política, el teatro, la literatura. La explosión de creatividad durante esa época aun es algo realmente muy inspirador.

Entrevista por Ivan Daguer.
http://woodenshjips.com/