Thursday, August 17, 2006

Blank Tapes Full of Music


Un recorrido breve y primario sobre unas cuantas andanzas de Alan Courtis posteriores a la disolución de Reynols.

Anla Courtis: “... y el resplandor de la luz no conoce límites.” 267 lattajjaa- 2004 (3” CDR)
Un drone (sonido que se extiende durante un tiempo considerable) de veinte minutos sostenido en el órgano y la guitarra eléctrica. Promediando el tema se introducen un arpa de boca y algunos sonidos percusivos.
El título remite a una cita tomada de la Enéada V de Plotino, filósofo neoplatónico del siglo III cuyo sincretismo religioso ofrece una pauta de las preocupaciones espirituales de Courtis. Se trata de un momento previo a la absorción del neoplatonismo en el pensamiento cristiano y se basa en la asunción de que todo desciende de Dios por grados y todo vuelve a él por grados. Una suerte de infinitud que se encuentra más allá de toda determinación y que, por eso mismo, se convierte en el rasgo distintivo de una perfección a la que el hombre, ser inferior e imperfecto, no puede menos que aspirar.
El resplandor de la luz alude a la emanación mediante la cual Dios deriva todos los demás seres de su propia plenitud como tal, de manera semejante a como el sol, siendo luz en sí, irradia su fulgor en todas direcciones. Y si bien esta derivación de seres gradualmente inferiores constituye un descenso progresivo, existen tres caminos ascendentes para la elevación espiritual y la conversión hacia Dios. El primero de ellos consiste en la contemplación de la armonía y refiere explícitamente a la música.
La obra recupera este recorrido al abrirse y cerrarse con el drone en primer plano, apoyado en las fuentes instrumentales citadas mientras hacia la mitad del tema (camino) se introducen ciertas variaciones rítmicas subrepticias que puntúan y marginan al sonido alargado. No obstante, éste vuelve a adquirir fuerza hasta cerrarse en una especie de círculo perfecto con la presencia recobrada del órgano y, en especial, la e-guitar, reproduciendo el desarrollo del universo plotiniano. Una doctrina emanantista, que tiende a incidir en muchas obras de Courtis y en gran parte de la estética general de Reynols, anterior -y en gran medida opuesta- a la consideración creacionista del mundo característica del cristianismo.
Aparece por un sello finés dedicado a la edición de CDRs.

Courtis/ Marhaug: North and South Neutrino. Antifrost- 2003 (CD)
Colaboración entre un argentino y un noruego a la que sin duda alude el título, como los extremos polares del planeta en lo que a la ubicación de ambos músicos se refiere. El material inicial se grabó en Steigen, Noruega y en Buenos Aires entre 1997 y 1998. Se hizo una primera mezcla aquí ese último año y el remixado y edición finales tuvieron lugar en Oslo en el 2003. Especie de work in progress que se sostuvo durante seis años y se extendió a las presentaciones conjuntas en vivo en ambos países.
La dinámica del sonido se amplía gradualmente, desde ciertas frecuencias agudas iniciales, generadas por la laptop de Marhaug hasta un drone grave y expansivo que recuerda el uso de ciertos efectos de pedales frecuentes en Courtis. El sonido viaja de un extremo a otro, reproduciendo en la música el tópico de la polaridad presente en el título y en las circunstancias de producción del disco.
No es del todo sencillo decidir el lugar que ocupa la obra en el seno de las distinciones (y divisiones) que caracterizan a la escena contemporánea del noise. Su desarrollo gradual no alcanza a ocultar del todo una estética hard-edge, por momentos más cercana a los primeros experimentos de Panasonic (aka Pan Sonic) que a ciertos usos mesurados propios del reduccionismo, a la manera del último Günther Müller. Tampoco se ubica con claridad en esa estética del failure (fracaso) que se apropia de los errores digitales y se obsesiona por la materialidad misma del medio como herramienta de composición.

Courtis- Romero: Psychomemory of... p-tapes- 2005 (single CD)
Emisión radial de Damion Romero, experimentalista californiano, y Anla Courtis grabada en la medianoche del 28 de Diciembre de 2004 y editada tres meses más tarde. Lo que comienza como un drone en el extremo más grave del espectro se despliega rápidamente en una progresión de planos que explora la dinámica extensa de los sonidos. Como un tapiz de texturas sónicas donde cada una de ellas pugnase por persistir en la memoria, resistente ante las renovadas combinaciones sonoras que se producen sin prisa pero a intervalos regulares.

Billy Bao: R’n’R Granulator. Bilbo Rock- 2005 (CD)
Una colaboración fugaz entre argentinos y españoles grabada en una peculiar reunión el 25 de Octubre de 2005. Participan Xabier Erkizia, Alberto López, Pablo Reche, Mattin y Alan Courtis.
Disco de ideas heterodoxas, arropadas en dosis considerables de sentido del humor. Una guitarra eléctrica desestructurada sobre una base rítmica agonizante da la pauta de la placa. Le sigue un punk breve y frenético que desaparece en una maraña de ruidos digitales, posible atención de Pablo Reche, Xabi Erkizia o Mattin o todos a la vez. “El grado zero (sic) del pulso” consiste en un golpe de bombo (drum bass) que se repite cada cinco segundos y se sostiene durante 18 minutos, al que se le intercalan muy gradualmente otros sonidos en una suerte de contrapunto que nunca llega a plasmarse como tal. Un hilarante manifiesto sobre la materialidad misma de la música. El punk primitivo regresa en el cuarto y último tema para derivar rápidamente en un delgadísimo noise de laptop que, acto seguido, se mimetiza con los sonidos que produce la guitarra de Courtis, síntesis acabada del cruce entre electrónica y electricidad, entre experimentación digital y rock’n’roll que caracteriza a este álbum.

Anla Courtis: Tribute to calcium. Tonschacht 019- 2005 (Vinilo 7”)
Tonschacht es un sello dedicado a la publicación de singles en vinilo en ediciones numeradas de 500 copias. En su catálogo cuentan con siete pulgadas de los noruegos Jazzkammer, los británicos Vibracathedral Orchestra, el australiano Oren Ambarchi y los Ashtray Navigations entre otras luminarias de la escena experimental. El aporte de Courtis consiste en un tema divido en dos rigurosas caras de 6’ 20” cada una. Guitarra eléctrica y violín toba (de una sola cuerda) procesado por cintas pasadas a gran velocidad marcan los extremos graves y agudos de la dinámica sonora en el lado A. El B introduce un sonido más reconocible del violín toba que añade mayor coloratura tímbrica y una interacción más compleja, reforzando la cualidad dramática (y un tanto cósmica) del conjunto.

Courtis. Los álamos. Celebrate Psi Phenomenon. 2004. Nueva Zelanda. (CD- R)
¿Se puede escuchar el latido de un árbol? ¿Es posible aprehender la esencia de un álamo que es, en sí, la cifra de todo árbol existente, imaginario o concebible? Tal parece ser la empresa de este excelente disco con tratamientos de guitarra y preocupaciones filosóficas acerca de la trascendencia, inteligibilidad e identidad de un entorno físico-natural en el que no solemos reparar.
Abren y cierran la placa dos extensos temas caracterizados por una base machacante, especie de drones que detentan sus propias cualidades rítmicas, sobre los que se desplazan sonidos cuya presencia efímera sirve de contraste a la imponencia sostenida del esqueleto rítmico. Destacan las evoluciones de la guitarra eléctrica en el último track. Un interludio de seis minutos con ruidos abstractos que remiten a una naturaleza virgen -a salvo de la sensación ominosa, de peligro inminente, que traduce el resto del álbum- completa el paisaje. Pero no es la ecología la preocupación primordial de los álamos sino la afirmación, en términos musicales, de la prioridad absoluta de la esencia frente a cualquier existencia.

Saturday, August 05, 2006

El mundo según Vlubä


(((Vlubä))) es un trío integrado por lula, aphra y gmc cuya base de operaciones se encuentra, según dicen ellos, en la mismísima Luna. Aunque existen como tal desde la década del ’90, recién a partir del 2004 sus ediciones han comenzado a aparecer en pequeños sellos independientes del exterior. Su música consiste en una serie de improvisaciones, especies de space-jam sessions con unos pocos instrumentos convencionales modificados y ejecutados con técnicas extendidas, varios instrumentos inventados, muchos micrófonos de contacto y un uso considerable de efectos electrónicos que ayudan a la transformación del sonido, todo con una rigurosa voluntad lo-fi.
Si bien sus presentaciones en vivo son escasas, suelen detentar un marcado carácter performativo y no eluden la confrontación polémica. Baste señalar como muestra una en Mar del Plata donde a escasos diez minutos del show el dueño les cortó el sonido (seguramente aterrado por el nivel de decibeles) y otra donde lula aparece desnuda y cableada con micrófonos de contacto para volver audibles los sonidos de su cuerpo, probablemente inspirados en la famosa anécdota de John Cage acerca de su incursión en una cámara anecoica. La edición y mezcla tienden a ser mínimas, en una búsqueda concreta de inmediatez y espontaneidad pero la atención al sonido parece ser una de sus preocupaciones prioritarias.
Aquí siguen unos comentarios breves y parciales sobre algunos de sus discos con la única pretensión de introducirlos en el mundo alucinante y alucinado del grupo.

Get Tree behind Me, Satan. Gold Soundz, GS #32 (CD)
Dos extensas improvisaciones con instrumentos modificados, micrófonos de contacto, técnicas extendidas y numerosos efectos. Sonidos alargados que remiten a ciertos ruidos animales como el mugido de las vacas. Una preocupación visible por modificar el timbre de los instrumentos (guitarras, teclados) y el registro vocal de lula con ciertas reminiscencias de Lydia Lunch. Las improvisaciones parecen estructuradas por partes y se pasa de una idea a otra sin mayores transiciones.
Destaca una atmósfera fuertemente ritualista, plena de misterio y tensión, con una estética que remite a Ya Ho Wha 13 en el arte de tapa y a una obsesión por la psicodelia más oscura desde una mirada actualizada por el posindustrial.. El disco está atravesado por cierto tipo de ocultismo, como señala la referencia a la Santísima Trinidad en la cubierta cruzada con la mención de Satán y el número de la Bestia.

oh(m) s(o)ou(d) (t(h)ree) angles- music your mind will love you, mymwly 0037 (CD)
Una cacofonía de ruido desestructurada con fuerte presencia de guitarras, efectos electrónicos y percusión. Acento en la dinámica de agudos, los cymbals y los sonidos analógicos generados por un oscilador. Recién hacia el minuto catorce hay un respiro con la aparición de kazoos que recuerdan a la Nihilist Spasm Band.
Se trata de una crítica implícita a los aspectos zen y más místicos de la psicodelia y, por extensión, a su conversión posterior en una new age inofensiva. Un track titulado “Wild ohm, hijo puta’s” y el juego entre sound y sun (el sol como otro emblema psicodélico a ultranza) no hacen más que confirmar semejante presunción. Una urgencia que se sitúa en el extremo opuesto de esa conciencia planetaria, lisérgica y expansiva que caracterizó al movimiento hippie de los ’60.
El segundo tema es más hipnótico y atmosférico, con una serie de evoluciones improvisadas sobre un sonido continuo que, no obstante, permanece subrepticio. En contraste con el tema anterior encontramos aquí un mayor grado de abstracción, donde los sonidos, si bien permanecen en el rango de los agudos, aparecen como en sordina.

Vlubä- The Seedy R!, 2005 (CD-R)
Título del disco y de los ocho temas constituidos por grafismos que semejan el código taquigráfico de una lengua por inventar o la partitura gráfica de una música por hacer. Algunos sonidos de guitarra y la manipulación de ondas resultan en una especie de concierto animal para una jungla en estado de alerta. El disco se organiza sobre principios de fragmentación, desestructuración y discontinuidad. La fragmentación no funciona en los términos característicos del collage, propios del arte moderno, sino a través de sonidos fracturados y entrecortados. La tendencia es aquí, si cabe, aún más claustrofóbica que en otros discos del grupo. El ritual, más oscuro.

“=???-..._Ө?-?∆°°°¤,°”- Foxglove 113 (CD)
Otro título con caracteres irreproducibles. Cierto ritmo en 4/4 parece indicar que este es su disco más rockero. Un rock, claro, proveniente de un universo paralelo, como si un extraterrestre recién llegado a nuestro planeta aprendiese por imitación algunos gestos rockeros básicos, incluido el intento de cantar, con resultados tan distintos a los acostumbrados que en el transcurso generara algo por entero nuevo. No obstante, los ritmos desestructurados, la aproximación intuitiva y algunos riffs de guitarra conceden cierto aire de familia con las bandas no wave neoyorquinas de fines de los ’70.
“Madonna’s last album” se titula irónicamente el primer track. La sombra de una melodía en teclados aparece en “Kangaroo piano trompo”. “oh, raid!” es una jam furiosa, con esa manera amateur y poco convencional de marcar el ritmo que los caracteriza. Puro free(ak) rock. “psychorock” y “h.(ermes) trismegistus” demuestran que psicodelia y ocultismo siguen siendo dos preocupaciones paralelas y complementarias. En el tratamiento de las voces se adivina un homenaje implícito a los Residents (cf. “black aether”)

Vunhhnuv- 2004, sin sello (CD-R)
Aparentemente, el título se descifra como un palíndromo. No se lee del todo en la cubierta. Tal vez el disco más atmosférico, con un tratamiento de sonidos cuya genealogía parece remontarse a las diversas estrategias que posibilitaron la expansión de la música posindustrial. Se mantiene cierto ritual obsesivo en los ritmos, con acentos metálicos puntuados por la voz de lula.

Se trata, en definitiva, de una recepción de la psicodelia a partir de las obsesiones del posindustrial. A la primera se le borra toda cualidad expansiva para acentuar su aspecto claustrofóbico. Con ello se invierte el sueño hippie del “peace and love”. La ira, el nihilismo y la decepción del post-punk y el posindustrial de la Gran Bretaña tatcheriana repercuten en un paralelo impensado con la Argentina en decadencia del siglo XXI. Una combinación de nostalgia por la década del ’60 y la conciencia realista de su irrepetibilidad (y quizás, también, de su fracaso).

Wednesday, August 02, 2006

Calientes Trópicos

Nadie puede dudar de la verdad del subtítulo del libro-crónica de Carlos Calado. Se llama, con énfasis que nada desmiente, Tropicália: A historia de uma revoluçao musical (Sao Paulo: Editora34¸ 1997, 336 páginas, reeditado este año). El tropicalismo fue una auténtica revolución en el seno de un universo musical, el de la MPB (Música Popular de Brasil), que gusta pensarse rico en tradiciones y revoluciones. No es menos cierta la aseveración según la cual muchas revoluciones acaban por integrarse sin incomodidades propias ni ajenas en el friso de la tradición. Esto es lo que, de hecho, efectivamente ha ocurrido, si no siempre con el tropicalismo, al menos con los tropicalistas, y hoy Gilberto Gil es Ministro de Cultura en el Brasil progre y corrupto de Luis Inázio “Lula” da Silva.

El libro de Calado es la historia clásica de una revolución pasada. Que no era tan pretérita, por cierto, en el momento de su primera edición en 1997. Hoy, Tropicália ya nos parece más eficazmente próximo a una recapitulación serena, ocasionalmente anecdótica y sabrosa, que a un manifiesto o una apología. Cuando el libro se publicó, ahora lo sabemos, el tropicalismo ya había ganado todas sus batallas y la guerra entera.

Con solo lo dicho, queda claro que leerán el libro con mayor y casi exclusivo interés, antes que nadie, los fans de un estilo de música de Brasil que quieran mirar hacia atrás el camino recorrido: Tropicália no es una introducción para quienes ignoran o desestiman el tropicalismo. El estilo de Calado es periodístico y muy atinadamente expositivo –lo primero no siempre es garantía de lo segundo. Sin embargo, una vez más, la lectura del libro no será imposible pero sí difícil de leer para quienes no estén familiarizados con la post-bossa nova.

Tropicália cubre todos los temas que debe cubrir una obra que se proponga trazar el panorama del tropicalismo. Los aspectos históricos y sociales merecen tanta atención del autor como los que son propios del milieu musical. Los sucesivos personajes reciben un adecuado tratamiento individual, y sus uniones y enfrentamientos son narrados con la seguridad de un testigo ocular y con esa perspectiva tranquila que es la victoria del presente sobre el pasado.

En suma, Tropicália es un libro que no ha robado la fama de la que goza. Parece, sin embargo, un libro difícil de publicar en las colecciones actuales de una editorial que no contemple al nicho de la música popular. El foco preciso de la obra es el que lo aparta de la posibilidad de interesar a un lector del Cono Sur, que generalmente desconoce los detalles de movimientos musicales que sin embargo le son tan geográficamente cercanos.

Javier de Pablo