Thursday, February 16, 2006

En los extramuros del underground (parte 3)

Tierra de nadie
Muchos aspectos definen a los 90s. Alberto Fujimori, candidato independiente, es elegido presidente. Eso disminuye la presencia de los partidos políticos y van extinguiéndose los focos de militancia estudiantil. Por otro lado, a mediados de la década, se da el surgimiento de una escena rockera underground y la llegada de MTV a nuestras tierras. Y si bien se empezaba a hablar del renacimiento de una escena subterránea (en el año 1995 aparece la revista Caleta, seguida de su hermana menor Sub) lo cierto es que los rasgos que más definían a las propuestas rockeras distaban mucho de la casi militancia de nuestros punks 80s y más bien surge una tendencia introspectiva. Es allí que por ejemplo aparece un grupo como Dolores Delirio (1994) con un sonido que tomaba un poco de los primeros Cocteu Twins y otro poco de The Cure. Más allá de ello, lo que llama la atención es que los Dolores se convierten en punta de lanza del renovado rock subterráneo, junto con Radio Criminal y Rafo Ráez, por citar algunos .
Mientras tanto, en 1995 Alberto Fujimori es reelegido presidente. Años atrás había recibido el apoyo popular en su indignante autogolpe de Estado. La captura del líder terrorista Abimael Guzmán le permitiría hacerse de crédito popular. Al mismo tiempo se va gestando una cultura de consumo, tras el ingreso del Perú a una economía neoliberal y la apertura al capital extranjero. Así la inversión y, por ende el consumo, se orientan esencialmente al ámbito privado, que se liga a cierto despunte tecnológico. Se hace accesible, por ejemplo, la TV por cable, se extiende radicalmente el uso del celular, aparece la primera cabina de Internet (1995), etc. Más que un aparente estado de calma y bienestar, lo que hay en realidad son más opciones para distraerse.
Es en ese contexto que aparecen localmente una serie de propuestas muy influidas por el sonido del post rock británico (y todos los vicios que ello implica), del ethereal noise y básicamente de los escoceses My Bloody Valentine (asfixiante imagen tutelar para toda una generación de bandas). Los métodos del post rock: el uso de la instrumentación del rock para propósitos no rock, y el cruce con sonidos electrónicos, se asumen como camino trazado a seguir. Las guitarras distorsionadas y las atmósferas intimistas delinean el sonido emergente. Los ecos de ilustres peruanos en el exterior como Silvania dejarían también una marca crucial entre una ávida generación fascinada con experimentar y diferenciarse, pese a la carencia de recursos e instrumentos por parte de algunos (los músicos vienen de diversos estratos sociales).

Nacería entonces el colectivo Crisálida Sónica (1996), que estaría integrado por una serie de bandas jóvenes como Dios Me Ha Violado (luego Evamuss), Avalonia/Fractal, Espira, M.a.r.u.j.a., Catervas, Labioxinia, Magnafusa, Girálea así como los ya experimentados Hipnoascención. Darían conciertos en locales diversos como el Árabe Pub y el Más Allá, y dejarían una maqueta compilatoria que reuniría a cuatro de dichas bandas (Catervas, Espira, Hipnoascención y Fractal).
Catervas editaría en el '98 un demo debut de buena factura, muy influido por el sonido etéreo guitarrero y algunos resabios post punk. Editarían luego dos discos y su madurez los llevaría por caminos mucho más pop. Fractal editaría también una maqueta debut con un sonido que se movía entre la electrónica y el space rock, con un aire misticista poblando su propuesta de un lado a otro (más adelante su líder Wilder González armaría otros proyectos: El conejo de Gaia y Términus, además de compartir roles con Christian Galarreta y Jardín en un proyecto llamado Azucena Kántrix). Esa misma inquietud mística se encontraría también en la maqueta debut de Espira, Electr-om, recientemente reeditada, y en la que se reconocerían los ecos del sonido kraut rock. Uso (y abuso) del reverb y generación de ambientes gélidos (valga señalar que los inicios de Espira, y sus diversos nombres, Azul en silencio y Clarooscuro, estaban marcados por el sonido shoegazing). Tanto Miguel Ángel Burga como Aldo Castillejos, integrantes de Espira, formarían luego La Ira de Dios, una banda de psicodelia con matices de heavy metal e incursiones de space rock, publicarían en el 2003 un disco llamado Hacia el sol rojo, recientemente reeditado en Alemania por el sello Nasoni Records. Editarían maquetas también Girálea y Dios Me Ha Violado. Este último se transformaría luego en Evamuss, proyecto solista de Christian Galarreta, que pasaría por una serie de mutaciones sonoras, con marcados inicios shoegazing y post rock (su etapa más interesante), derivaría luego en electrónica con matices intelligent y finalmente en noise digital y ambientaciones melódicas.
No se puede dejar de señalar el trabajo de Labioxinia, proyecto de Fernando Ponce (Avalonia) quien logró incluir un tema en el compilado Solutions and Remedies del sello Claire Records, participando al lado de Flowchart, Wendy & Carl y Mahogany, entre otros proyectos post rock. Del mismo modo, y si bien al margen del colectivo, hay que destacar el trabajo de Resplandor. Con mayor vena shoegazing, el grupo que lidera Toño Zelada ha tenido una trayectoria silenciosa pero bastante agitada, con apariciones en diversos compilatorios extranjeros, giras al exterior y la edición de su último y muy recomendable disco Ámbar por el sello shoegaze alemán Alison Records, así como la reciente reedición de su Elipse por Tonevendor.

En la era digital, nuevo techno y noise
Los 90s abrirían también una puerta a un mundo más tecnologizado, el uso de computadoras y sintetizadores se hace más habitual y traería consigo el síntoma de un inminente universo mediático y de cultura global que permitirá refrescar los sonidos locales. Puede decirse que, si uno mira el espectro del techno, hay un relevo o cambio de curso hacia mitad de los 90s. Hasta entonces la electrónica estaba dominada por el techno y el synth-pop netamente ochentoso. Grupos como Ensamble y Cuerpos Del Deseo se convertirían en los principales representantes de este período, junto a ellos también desfilarían Arian 1, Posí (luego TKO.Systems), Paracas e Hipnótica.
Sería Leonardo Bacteria, tras sus autovapuleados inicios en el eurobeat, quien conseguiría con su Insumisión (1994) inocular al techno local de violentas descargas sónicas, arropándose bajo los sonidos del gabber, vertiente extrema del techno, exorcizando así su experiencia al lado de los grind noise MDA (1991). Sería el mismo Bacteria quien publicaría Infamia: una recopilación de música electrónica e industrial (1997), compilado que también reuniera a proyectos chilenos y que fuera editado bajo el sello Grabaciones Infames. Tiempo después Bacteria se convertiría en uno de los principales difusores del gabber en nuestro medio a través de su propio sello independiente Ya estás Ya Producciones.
De otro lado Erick Bullón sería el encargado de armar Estudios Embriológicos de Deformaciones: compilación ambient/industrial/noise, y un par de años después aparecería un volumen dos de la compilación Electroshock, documentando a una serie de grupos que habían realizado presentaciones bajo ese nombre. Los tres compilatorios funcionarían como testimonio de una diversidad de propuestas que se estaban gestando en el underground y que se legitimarían como la cara más hostil del sonido electrónico emergente por esos años. De estas fechas destacaría el trabajo de Erick Bullón, bajo las nóminas de Error Genético y Maximum Terrorem, quien venía trabajando desde fines de los 80s. Bullón armaría a su vez un proyecto paralelo llamado Pychulator, junto a Antonio Chávez y Carlos Chac (TSM, Sadomasters). Chávez también venía haciendo lo propio desde 1996 con KILL (Kolapso Intelectual Lacerando Lacras). Lo de KILL ha ido ganando cierta presencia en los últimos años, básicamente por lo llamativa de sus performances, que se han movido entre lo teatral y lo grotesco, haciendo uso de todo tipo de parafernalia industriosa. Shows muy intensos, sólo que sus tintes políticos suelen caer en el lugar común. Antonio ha tenido otros proyectos musicales que han ido desde el ambient noise (Naiadra Muriática, a mi juicio lo más interesante que ha hecho) y el desmadre techno (N, sin comentarios). Recientemente Antonio ha editado como Pychulator un disco llamado Invaginación para el sello Aloardí.
Una historia parecida a la de Bullón sería la de Marco Rivera, quien daría a conocer a su Jardín Vértigo, un proyecto de música electrónica que matizaba el ambient con sonidos post industriales, y que recién en el año '98 publicaría su demo debut Muzak Sutras, lo más interesante de sus cuatro discos editados hasta la fecha. Otros nombres que estuvieron en el ruedo: Reaxxxion, Inversor Demente y Mupne.

Muzik Stupid
La otra cara de esta historia son los proyectos dance. Además del citado Insumisión (quien se abriría también a sonidos más ruidosos), aparecerían una serie de artistas asociados a la cultura discotequera, pero cuyas propuestas buscaban darle un aire de modernidad al apenas existente sonido dance local. Las palabras tracker, fastracker, software, ecstasy, pinchar, sampler, empiezan a hacerse populares, a la vez que crece la demanda por las raves (hoy una de las empresas más rentables localmente). Nombres que estuvieron en el ruedo: Serge, Plaztikk, Unidad Central, Kollantes y DJ Kyleran (por una cuestión generacional podríamos incluir en la lista a los híbridos y no tan gratamente recordables Vacuna tu hijo).
En el caso de Serge, flautista salido de Acid Hamelin, editaría en el año '97 un notable trabajo titulado Acid Hamelin 2073, muy influido por los sonidos del jazz electrónico con una fuerte presencia rítmica que conseguía dotar a su sonido de una cadencia tan exquisita como efectiva. Unidad Central (antes Círculo Interior), por su parte, se inclinarían por los sonidos del trance y se harían de cierta fama entre la escena mayor, de hecho llegaron a tocar en algún importante festival de rock y fueron el único grupo netamente electrónico que formó parte de la antología Historia del rock peruano, que distribuyera el diario El Comercio. En 1998 editarían su disco debut Destino la tierra y más adelante Temponauta.
DJ Kyleran y Plaztikk serían quizá los que llegarían más lejos como propuestas que buscaban ser parte de una comunidad no definida ya por un territorio sino por códigos que más tienen que ver con el mundo mediático y la cultura global. DJ Kyleran fue quizá uno de los primeros en hacer pública su fascinación por el mundo de la Internet y los trackers (software musical bajado de la red), editaría en el año '99 su demo debut Habitat. Plaztikk, por su parte, era el seudónimo del artista plástico Iván Esquivel (El nombre de la rosa/Círculos). Más famoso y respetado por su trabajo plástico que por sus aventuras sonoras (alternó con algunos de los grupos citados anteriormente), Esquivel consiguió meter en la MTV un video llamado Number. Más allá de las connotaciones de vida y mundo digital expuestas en el video, se puede decir que Plaztikk fue el primero en manifestar claramente una propuesta multimedia sólida, hasta entonces inusual o anecdótica dentro de los circuitos musicales undeground y que luego se convertiría en un recurso habitual para las nuevas generaciones. Esquivel es actualmente líder de la banda pop Callahan y dirige el sello independiente Net Label Internerds.

Continuará
Luis Alvarado

3 comments:

Urbano83 said...

Encontre esta entrevista como una capsula del tiempo...

Encontre esta entrevista como una capsula del tiempo...

Kyleran

un nuevo hábitat musical



Fiesta, baile, música y discos. Es el mundo embadurnado de mezclas y ritmos ¨pisteros¨, a expensas, de los reyes de las consolas, ambiguos seductores de las discotecas, y sumos agitadores del excstasi: los Discjockeys. Ellos forman parte, de la nueva cultura del baile. Cultura que después de una larga espera, llega a Lima; con más acierto y nuevos cambios, nuevas expectativas de no limitarse a simplemente ¨poner¨ música, sino también a ¨hacerla¨, tal como lo viene realizando Armand Van Helden en Inglaterra y la Urban Groove en Argentina. Ahora, es tiempo de hablar de los nuestros, de los nuevos sonidos de Kyleran, quien lleva haciendo música hace un par de años. El nos contará sobre su música, sus inquietudes y la cultura de los trackers…ahí les va.



Kyleran en el Pub El Más Allá

¿ Hacer música para ti… es un hobbie.. o más que un hobbie?

Ky: Más que un hobbie, porque esto ya es parte de mi mundo, es parte personal, digamos.. es una pregunta que también me hicieron mis amigos, ¿por qué hacía música? y yo les contesté ¨ si uno juega fulbito, otros corren tabla… yo ..hago música ¨ Es más que un hobbie, ocupa bastante tiempo libre y es algo que yo disfruto personalmente y que me gusta hacer.



Piensas que un grupo de música electrónica, debe llevar una buena imagen..

Ky: Yo creo que sí, pero la imagen es muy personal, no hay un patrón de imagen para la música tecno, no es el mismo patrón de imagen que se usa para la música metal o el rock and roll, que generalmente es el patita con melena y su guitarra, a parte la diferencia entre el rock y la música electrónica es de repente que el rock es más vistoso, son más cosas, en cambio para la música electrónica solamente puedes estar tu solo y poner las secuencias, tocarlas en vivo y tratar de programarlas en vivo. Creo que lo que trata de hacer uno es comunicar, de tocar bien, de mezclar bien en vivo. Pienso que son dos criterios diferentes. No sabría decirte, qué imagen es apropiada para presentarme en vivo.



Pero, cuando debutaste en concierto, despertaste una buena impresión, una buena imagen…

Ky: Sí, es como chocar a la gente. En la música electrónica hay de eso, de chocar a la gente, pasar de marciano (risas), pueda ser que si, es poco común hacer eso, también tienes la libertad de hacer cosas poco comunes, entonces no estas acostumbrado. En un concierto de rock ya sabes que vas a ver una batería, un bajo, pero si vas a un concierto de música electrónica no sabes qué va a salir.




Llamó la atención que en ese concierto la gente bailara con tu música…les gusto ¿eh?..

Ky: Si, les gustó. A mi me despierta bastante cuando hay público y cuando bailan, porque puedes responder a la reacción del público. Tu tienes la ventaja de poder controlar tu mezcla y poder responder al público. En cambio si hay un público paciente, sentado que te está mirando fijamente no toco las mismas canciones que cuando veo una fiesta o algo armándose.. es muy diferente. Lo que me gustaría es que el público respondiera un poco más a los nuevos ritmos y no a lo de siempre.

Urbano83 said...

¿Qué grupos te gustan?

Yo comencé con Nitzer Ebb, después con Manufacture, me fascinó su música, de ahí agarré lo que es Shamen, N-joi… creo que ahí está mi influencia, me gusta bastante. Ahora para crear Trip hop, un poco que ya me desconecté todo eso. Pero, sí me gusta todo lo que es Shamen, el rave. Otra influencia, es la escena bastante grande en Internet, es muy importante. Creo que tiene mucho más valor que cualquier otro grupo. En Internet hay una escena que se llama Tracker; los Tracker es gente que hace música electrónica por computadora, hay muchos que se dedican a esto e intercambiamos mezclas, canciones. Por ejemplo yo le doy un tema mío a un amigo de España, él me lo remezcla, me da una canción suya y yo se la remezclo. También intercambiamos ideas, sobretodo técnicas, es lo más importante. Para un tracker, la computadora es como un lienzo, los sonidos son como tus colores, lo que tu haces es tratar de hacer una pintura de todo eso, tratar de hacer un espacio, una figura, un retrato. En la pintura tu tienes colores, puedes limitarte a ciertos como: rojo, azul, amarillo, de repente otra persona usa otros colores, entonces al intercambiar esas técnicas y experiencias te dicen que más puedes hacer con lo que tienes. Es un intercambio constante de ideas y técnicas.



Inclusive dicen que tienen como una especie de club…

Ky: Sí, hay una organización reciente llamada United Trackers, fue creada hace tres meses y ya tiene más de mil miembros. Esta organización se encarga de mantenerlos al día. Manda constantemente emails a todos los afiliados sobre informaciones sobre dónde conseguir softwares, samples, sonidos, o también informa cuándo hay composiciones o también quiénes organizan los concursos. Se encarga de organizar la comunicación entre los trackers. Hay una especie de ficha de inscripción que es una canción tuya, llenas tus datos, qué estilo haces, a qué música perteneces, qué experiencia haz tenido, como una especie de curriculum corto, comentarios, etc. Los clasifican por países, puedo contactarme con los trackers argentinos o con checoslovacos mediante el email. También están los líderes de los grupos, ellos están buscando constantemente en esa base de datos grande quiénes pueden unirse a su grupo.



¿Qué estilos te gustan más?

Ky: A mi me gusta mucho el trip hop porque usa elementos de jazz, se usan bastante lo que es atmósferas, loops. El jungle por lo curioso, lo rápido e impredecible que es, y Trance… para el baile, también un poco de la escena dance.

¿Cuál es tu estilo particular para hacer música?

Ky: Dentro de los estilos, me gusta experimentar bastante con sonidos de baterías, los llamados loops, que son secuencias de baterías cortadas, puedes trabajar con ellas, acelerarlas, desacelerarlas. Si le llamas a eso un género puede ser un poco trip hop, a mi me encanta, me gusta bastante el trip hop.

¿Qué opinas del jungle..?

Ky: El jungle, es un estilo bien curioso, es una rareza y es difícil hacer un jungle, cuesta trabajo, mucho trabajo. El jungle es algo nuevo, donde no hay reglas escritas, juega bastante con las baterías y los ritmos. Lo mejor de todo es sobreponer ritmos y que suenen a su vez armónicos. El jungle es casi sinónimo con el drum & bass. Algo bueno de este es que no hay reglas escritas. Los ritmos de batería se modifican, se rompen, no siguen un patrón definido.

Urbano83 said...

Muchas veces el público influye mucho en la música. Se da el caso de que hay bandas que terminan haciendo lo que su público les pide, un ritmo de moda, una actitud, hasta…un cover. A ti te parece correcto o tu haces los temas con más personalidad y no te confías mucho en el resto..

Ky: No, para hacer temas como Conspirancy o Altamar, tuve mucho cuidado en no caer en ningún sonido en especial, sino crear mis propios sonidos. Para música electrónica es muy difícil tratar de crear tus propios sonidos porque no usas las mismas técnicas. Para hacer esos temas me aislé completamente de la música, electrónica en especial, mi objetivo era simplemente crear ritmos que no fueran los mismos de siempre, sino poner un poco de melodías, de graficar situaciones, meter un poco de espacios, que si el bajo va a la derecha o a la izquierda. La verdad que es muy difícil describir la música con palabras…


¿Qué teclados y programas utilizas para hacer música..?

Ky: Bueno, teclados ni uno. En programas uso Fastracker 2, y Sound Club, para hacer los sampling uso Goldweit y fulledit, en los cuales tu puedes deformar los sonidos y trabajarlos.



Hacer música como la que tu haces, ¿es difícil?.

Ky: Yo creo que lo más importante es tu propia creatividad y la constancia, como te dije y te comenté, no necesitas tener demasiado equipo o equipo muy caro para hacer buena música, creo que es importante. Y para alguien que quiera empezar es simplemente un poco de dedicación o tratar de contactarte con gente que ya esté iniciada en eso. Al principio te cuesta trabajo, te salen cosas mal, estás en un proceso de aprendizaje siempre. Constantemente debes proponerte nuevas cosas y también intercambiar técnicas, eso es muy importante dentro de la música electrónica.



¿Por qué intercambiar técnicas…?

Ky: porque aprendes, lo básico es compartir información.