Un lado desconocido del jazz rock brasileño
Grupo Um Marcha sobre a Cidade 1979
Los memoriosos recordarán al Grupo Um por haber acompañado al legendario Hermeto Pascoal. Tal vez alguno haya sido testigo del primer concierto brasileño con sintetizador que dieron los hermanos Lelo y Zé Eduardo Nazario en Julio del '76. Las cintas pregrabadas y los objetos que arrojaban dentro de una enorme pileta anticipaban su vocación vanguardista. Se ignora, en cambio, la suerte corrida por sus músicas incidentales para film y ballet.
En Argentina supimos de ellos sin saberlo en 1979, cuando integraron la Academia de Danças de Egberto Gismonti y compartieron con John McLaughlin una gira por nuestro país.
Con semejantes antecedentes no debería sorprender el nivel superlativo de esta marcha sobre a cidade. El lado A encadena tres composiciones en un tour de force pletórico de melodías con tiempos complejos, escalas pentatónicas, ritmos afrobrasileros y una riquísima paleta de sonidos percusivos. Que la hayan grabado en una sola toma de veinte minutos, sin overdubs ni costosos aditamentos, confirma sus capacidades como instrumentistas.
Los temas titulados con fórmulas irreproducibles (basadas en los puentes entre las diversas partes y la elección de los compases) comparten aires de jazz-rock arropados por urgencias y aceleraciones típicamente latinas. El saxo de Mauro Senise se inspira por igual en el impresionismo de Debussy y en la extroversión de Eric Dolphy. Por su parte, el piano eléctrico de Lelo Nazario delata armonías de la música contemporánea. "A porta do 'sem nexo'" provoca desde el título a aquellos críticos que, ayer como hoy, en Brasil o en Argentina, no encuentran mérito alguno en las virtudes de la improvisación libre.
Improvisación que siempre viene contenida por ciertas decisiones previas (por ej. respecto de los diversos tiempos rítmicos a ser usados o del sitio donde deben caer las acentuaciones) Se trata, en definitiva, de una amplia combinatoria de recursos compositivos sometida a una lógica rigurosa, de extraer la máxima libertad expresiva posible de una estructura preordenada. De ahí que trabajen sus temas sobre la base de secciones en cuyo interior despliegan contrapuntos entre los instrumentos y diálogos improvisatorios. Y luego asocien esas secciones por contraste y continuidad.
Acordes del jazz y armonías de la música culta, aromas orientales en los vientos y percusiones africanas, composición e improvisación transmiten la voluntad de síntesis del grupo y hacen de este álbum una de las obras esenciales del jazz rock latinoamericano.
Existieron entre 1976 y 1984 y grabaron otros dos discos de títulos evocadores: Reflexôes sobre a Crise do Desejo (1981) y A Flor de Plástico Incinerada (1982). Editio Princeps reeditó el que nos ocupa en 2002 y promete hacer lo propio con los otros. Ojalá sigan la misma suerte otros grupos de la época que supieron transitar la senda del jazz-rock brasileño como Divino Increnca y Pé Antepé.
Grupo Um fue una banda instrumental que en esta primera encarnación contó con Lelo Nazario en piano eléctrico, Zeca Assumpçâo en bajo y piano acústico, Zé Eduardo Nazario en batería y percusión, Carlinhos Gonçalves en percusión y Mauro Senise en saxos alto y soprano y flauta. El CD incluye dos bonus y muy buena información. Lo pueden conseguir en viajero inmóvil
Norberto Cambiasso
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