Por qué se les exigen opiniones políticas o económicas contundentes a los actores y actrices es un interrogante que pertenece con todo el derecho a nuestra época --la cual, seguramente, se caracteriza por todos los pronósticos que han hecho de ella, y más, ensayistas como Jean Baudrillard o profesores como Frederic Jameson o Stanley Fish o David Harvey. Más misterioso resulta en cambio entender por qué los músicos, sin que nadie vaya a importunarlos con preguntas cuyas respuestas ignoran, se pronuncien para orientar, o predecir, el rumbo hacia el cual el mundo se dirige, y nos arrastra.
Es el caso hoy de Prince, que alguna vez respondió a los símbolos O(+>, y cuyo último trabajo, Musicology, goza de excelentes críticas (dijeron que es lo mejor que ha hecho en quince años). El hombre de 46 años que el miércoles presentó su disco en Jacksonville (Florida), declaró en una entrevista que está harto de "las vulgaridades del pop", que "hoy estamos siendo bombardeados por la música sintética, preconfeccionada en las computadoras de burócratas con masters en Economía", y que "la industria [discográfica] es el Imperio del Mal, un diabólico engranaje que busca el máximo provecho y transforma al artista en mercancía". Quien lo entrevistó no pudo evitar preguntar: "¿Pero por qué después de tanta polémica con la "Industria del Mal" ha firmado con la Sony?".
-Porque la Sony no es más que un servicio de distribución. Y hoy el propietario exclusivo de toda mi música soy yo.
Como para ratificar al Prince sociólogo, Musicology es, por su parte, un CD con altas referencias a temas políticos y sociales; las hay acerca de la pobreza, del Sida, de la opresión, de Irak, del terrorismo, de la erosión de los derechos civiles, de un tal Mr. Man... ¿Por qué tales temas, entonces? "La política es algo que está en todos mis álbumes –aseguró. Hay que recordar Dirty Minds/Controversy, hecho hace 20 años. Tampoco ha cambiado mi relación con Dios, después de convertirme en Testigo de Jehová, hace cuatro años. Lo he siempre amado y venerado, siguiendo siempre sus enseñanzas. Porque la monogamia no es sólo respecto al sexo sino que soy monógamo con Dios, con el arte, con la música".
La entrevista, que a partir de esto termina por desbarrancarse del todo (entre otras cosas, "El Artista", exhorta a su público "a leer las sagradas Escrituras, que es lo único que revela la Verdad"), puede leerse completa en el Corriere della Sera.
Sergio Di Nucci
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